Textos

Dichos de Luz y Amor

– «¡Oh Señor Dios mío!, ¿quién te buscará con amor puro y sencillo que te deje de hallar muy a su gusto y voluntad, pues que tú te muestras primero y sales al encuentro a los que te desean?» (n. 2).

– «¡Oh dulcísimo amor de Dios mal conocido! El que halló sus venas descansó» (n. 16).

– «Más agrada a Dios una obra, por pequeña que sea, hecha en escondido, no teniendo voluntad de que se sepa, que mil hechas con gana de que las sepan los hombres» (n. 20).

– «El alma enamorada es alma blanda, mansa, humilde y paciente. El alma dura en su propio amor se endurece. Si tú en tu amor, ¡oh buen Jesús!, no suavizas el alma, siempre perseverará en su natural dureza» (n. 28-30).

– «No te conocía yo a ti, ¡oh Señor mío!, porque todavía quería saber y gustar cosas. Múdese todo muy enhorabuena, Señor mío, porque hagamos asiento en ti» (n. 32-33).

– «Tú, Señor, vuelves con alegría y amor a levantar al que te ofende, y yo no vuelvo a levantar y honrar al que me enoja a mí» (n. 46).

– «¡Señor, Dios mío!, no eres tú extraño a quien no se extraña contigo. ¿Cómo dicen que te ausentas tú?» (n. 49).

– «Yéndome yo, Dios mío, por doquiera contigo, por doquiera me irá como yo quiero para ti» (n. 52).

– «A la tarde te examinarán en el amor. Aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición» (n. 59).

Oración del alma enamorada

No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu único Hijo Jesucristo, en que me diste todo lo que quiero; por eso me holgaré que no te tardarás si yo espero.

Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos, y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios, y todas las cosas son mías, y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí.

Pues, ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en migajas que se caen de la mesa de tu Padre. Sal fuera y gloríate en tu gloria; escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón.

Llama de Amor Viva

Canciones del alma en la íntima comunicación de unión de amor de Dios.

¡Oh llama de amor viva
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.

¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!
Matando muerte, en vida la has trocado.

¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente, solo, moras,
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!